En la fachada del edificio, el movimiento se materializa a través de una doble piel metálica plegable, que infunde dinamismo y tridimensionalidad a la propuesta arquitectónica frente a la calle Irarrázaval. Esta piel confiere al proyecto un carácter distintivo, otorgando singularidad a quienes habitan su interior.
Ubicados en la mejor posición del edificio y reflejando el concepto de dinamismo, los espacios comunes se articulan en una relación armoniosa donde el salón gourmet y el cowork se integran con el exterior, permitiendo una dualidad que construye un espacio único. La libertad de movimiento define el proyecto.
Av. Irarrázaval 1970,
Áreas comunes:
Terminaciones:
Caminando
a la plaza Eusebio Lillo
En auto
hasta plaza Ñuñoa
Caminando
al metro Monseñor Eyzaguirre